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Capitulo 111: jEl Sefior Mendoza Ha Sido Rechazado!
Dylan solt6 un seco «De acuerdo» y colgd el teléfono.
Santiago estaba sentado en un sofa frente a un montén de dinero, con una expresién sombria en
su rostro.
Thiago, en la puerta, no se atrevia ni a respirar fuerte.
Media hora después, llegé Dylan, el salvador.
-Oye Santy, eso no se hace, ni siquiera contestas mis llamadas, bien merecido lo de la belleza...
La voz de Dylan se escuchaba antes de entrar.
Justo cuando mencionaba a la belleza, Thiago asomé la cabeza, con los ojos emocionados,
haciendo sefias para que se callara.
Dylan estaba confundido.
Al entrar y ver a Santiago contemplando seriamente un montén de dinero, no pudo evitar arquear
una ceja.
-¢Desde cuando el gran sefior Mendoza se interesa tanto en el dinero? ;No es suficiente con lo que tiene la
Corporacién Mendoza? ;Acaso estas buscando inspiracién en este montén de billetes para aumentar atin mas tu
fortuna, don Santiago?
Dylan ignoré a Thiago, que desesperadamente le hacia sefas, y se sent en el sofa junto a
Santiago.
Su mirada se posé en un sobre, y casualmente extendié su mano para tomarlo.
Justo cuando iba a tocarlo, Santiago se lo arrebaté.
Dylan estaba sorprendido... ;Tan importante era?
Ahora estaba ain mas curioso por saber qué contenia ese sobre.
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Dylan eché un vistazo rapido, pero Santiago ya habfa puesto el sobre en otro lugar, levantandose
del sofé como si nada.
-Oye Santy, td y la belleza...
Dylan rodeé a Santiago, sin notar que al mencionar a la belleza, el rostro de Santiago se tornaba atin mas
sombrio.
1/4
De repente, aprovechando que Santiago estaba distraido, Dylan agarré el sobre.
Santiago intenté detenerlo, pero fue demasiado tarde.
Con una expresion de curiosidad, Dylan sacé los documentos y empezd a leer en voz alta sin
pensar:
-Acuerdo de divorcio... vaya, asi que es un divorcio...
De repente, como si entendiera algo, Dylan elev la voz sorprendido:
-¢Un acuerdo de divorcio?!
Répidamente reviso las firmas al final del documento.
iValentina!
Dylan miré a Santiago, asustado por el aura gélida que emanaba de él.
Ahora, comprendiendo la gravedad de la situacién, dejé de jugar y puso el acuerdo de divorde vuelta en el
sobre, devolviéndolo completo.
Por un momento, rein el silenen la habitacion,
Dylan inhald profundamente, recordando lo que Santiago habia dicho sobre el acuerdo esa noche, y luego miré
el montén de dinero.
Una realidad se presentaba ante sus ojos:
Su amigo, el poderoso jefe de la Corporacién Mendoza de Guadalajara, Santiago, habia sido... ; rechazado por
Valentina?
Dylan no pudo evitar soltar un «tsk» en su interior, impresionado por la audacia de Valentina.
Como un buen amigo, al ver a su hermano sufriendo por un desamor, Dylan sabia que tenia que
hacer algo. Tras meditarlo por un momento, le pregunté con cautela:
-¢Qué tal si vamos a beber algo?
Dylan pensé que Santiago rechazaria la oferta, pero para su sorpresa, Santiago se levanté de
repente y acepto.
-De acuerdo.
Y sin decir mas, sali6 por la puerta.
Sorprendido, Dylan tardé tres segundos en reaccionar y rapidamente lo siguid.
+15 BONOS
Jamas habria imaginado que Santiago conduciria hasta el bar Noche Estelar. Era de noche y el bar estaba en
plena actividad.
Santiago se dirigi6 a un rincén apartado, pidié6 muchas bebidas y comenzé a beber en silencio,
sin decir una palabra.
Al principio, Dylan quiso iniciar una conversacién, pero viendo la situacién, decidié no hablar sin
pensar.
Simplemente se quedo alli, acompafando a su amigo en su silenciosa bebida.
En otro rincén aislado del bar, Aitana observaba todo atentamente.
De hecho, habia seguido a Santiago y Dylan hasta alli.
Fuera de la Villa de Los Pinares, habia visto al sefior Mendoza con una expresion sombria
bajando del edificio, fumando solo.
Luego, a su guardaespaldas llegar apresuradamente y bajar algo de la planta alta, una bolsa grande, cuyo
contenido era un misterio, pero parecia que habia tenido una discusién con
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Valentina.
Después los siguid al hotel y de ahi a este bar.
Estaba segura de que Valentina y el sefior Mendoza habian tenido un altercado.
De lo contrario, el sefior Mendoza no estaria ahogando sus penas en alcohol de esa manera.
Aitana se sentia triunfal por dentro, aprovechando la oscuridad para observar cada movimiento al
otro lado del bar.
Incluso ignor6 varias llamadas de Noah, concentrada Gnicamente en el sefior Mendoza.
Finalmente, cuando ya era muy tarde, el grupo de Santiago mostré signos de movimiento.
Santiago estaba claramente ebrio, y Dylan, viendo la situacion, lo ayudé a salir del bar.
Planeaba llevarlo de vuelta al Gran Hotel Coralia, pero justo cuando iban a subirse al coche,
Santiago lo empujé y comenzé a tambalearse hacia algin lugar.
-¢Santy, a donde vas? -Dylan lo siguid.
Fue solo bajo el Hotel Costa Azul que Dylan finalmente comprendié lo que estaba sucediendo.
iEsa manana habia encontrado a Santiago alli, solo en la cama y sin ropa!
Santiago mencioné un nimero de habitacién: 602.
+15 BONOS
Desde ese dia, habia reservado esa habitacion a largo plazo, sin desear que nadie mas se alojara alli.
El recepcionista del hotel parecié reconocerlo y procedié rapidamente con el registro.
Antes de subir, Santiago pidié a Dylan que no lo siguiera.
Dylan dudé un momento, pensando que en ese hotel no podia ocurrir nada grave, observé a Santiago subir y
luego se marché.
Lo que nadie not6 fue que, tras la partida de Dylan, Aitana también llegé al hotel.
Habia estado siguiendo la situacién de cerca, como si buscara la oportunidad perfecta.
Y ahora, tenia frente a si una excelente oportunidad.