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Capitulo 277: Haciendo Pucheros
Valentina fruncié el cefio, claramente molesta y sin Intencién de prestarle atencion.
-Valen-Su voz soné més suave esta vez.
Valentina giré la cabeza hacia otro lado, su postura dejaba claro su desdén.
-Valen-La voz contenia un tono de suplica, y Valentina pudo notarlo.
(Pero qué significaba eso? ;Crela que con hacer pucheros ella dejaria de estar enojada? Sabia muy bien que no
le gustaba Aitana y aun asi habla dicho que se mantuviera alejada para facilitar su encuentro con ella. ;verdad?
-Valen-La llamada se hizo mas insistente.
El fastide Valentina crecid, hasta que finalmente, abri6 los ojos, dispuesta a expresar su
descontento..
Pero antes de que pudiera terminar su frase, sus labios encontraron un contacto suave e inesperado.
Valentina quedé inmévil, mirando fijamente el rostro que de repente estaba muy cerca, su mente
cerca.su
zumbando con la sorpresa del contacto.
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Sin tiempo para reaccionar, los brazos largos del hombre la envolvieron, atrapandola en un beso
apasionado que silencié sus palabras inconclusas.
En el elevador, Santiago besaba con abandono, sin contenerse debido a la presencia de Valentina, quien
normalmente desataba en él una falta total de autocontrol, sin importar el lugar. Lo que no sabia era que
Valentina no estaba siendo sumisa, sino mas bien aturdida, con su mente hecha un y un zumbido en sus
oidos, apenas procesando lo que estaba sucediendo.
Cuando Valentina finalmente se cuenta, sus ojos se abrieron de par en par. Intenté empujarlo.
agarrando la camisa de Santiago con la intencién de apartarlo. Pero para Santiago, ese gesto fue
interpretado como un signo de su entusiasmo, profundizando el beso sin darse cuenta.
No fue hasta que notd la dificultad de Valentina para respirar que Santiago se detuvo ligeramente.
susurrandole con cuidado:
-No te pongas nerviosa, recuerda respirar.
Valentina estaba aténita. ;Cémo no iba a estarlo? Mird a su alrededor, agradecida por la privacidad del
momento. Santiago, notando su mirada, solté una risa carifiosa, manteniendo alin su mano en su cintura.
-iNo te muevas! -le advirtié con voz baja cuando intent liberarse.
(No moverse? ;Esperaba acaso que se quedara quieta para continuar besandola? La tension en el
elevador era palpable, con Santiago mirandola de una manera que no dejaba lugar a dudas sobre sus
intenciones.
Justo cuando Valentina se sentia cada vez mas abrumada, las puertas del elevador se abrieron. Se escuché un
suspiro de decepcidn, y Valentina salié apresuradamente, casi huyendo.
Santiago la siguié hasta salir del Grand Hotel de Coralla, donde un lujoso coche ya los esperaba.
-Espera dijo, planeando enviar al conductor de vuelta y llevar a Valentina él mismo. Pero en un
momento de distraccion, Valentina desaparecid, subléndose a un taxi.
Recordando el momento intenso en el elevador, Santiago no pudo evitar sonreir ante la idea de que Valentina
estaba evitandolo. Decidié darle el espaque parecla necesitar.
Valentina hizo que el taxi diera vueltas sin rumbo antes de dirigirse a Villa de Los Pinares, calculando que ese
tiempo extra seria suficiente para que Santiago regresara a casa, e incluso a su habitacién. Al entrar, la
oscuridad le hizo suponer que Santiago habla decidido retirarse a descansar, y se mosigilosamente para no
despertarlo, hasta que llegé a su habitacion y cerré la puerta con llave.
Lo que Valentina no sabia era que Santiago habia seguido el taxi en su coche, manteniendo una distancia
prudente, comprendiendo su deseo de espasin revelar su presencia.
En la mitad de la noche, la sed despert6 a Valentina. Al encontrar vael vaso de agua en su mesita de noche,
Follow on Novᴇl-Onlinᴇ.cᴏmsalié a rellenarlo y noté una luz tenue proveniente del estudio. Movida por la curiosidad, se acercé y espié a
través de la puerta entreabierta, viendo a Santiago trabajando. Se sorprendi6 al sentir que era raro verlo
trabajar, aunque no recordaba por qué le parecia extrafio.
Al verlo levantarse repentinamente para atender una llamada, Valentina se escondié rapidamente, escuchando
su voz grave pero sin poder distinguir las palabras. La silueta de Santiago frente a la ventana, vestido con un
pijama de seda negra, le provocé una sensacién familiar, como si hubiera visto su espalda en alguna otra parte,
aunque convivian juntos. Intrigada, pero incapaz de recordar mas. Valentina se dirigié a la cocina por agua.
Santiago, que se habia percatado de su presencia desde el principio, contuyo el impulso de acercarse a ella.
Después de que Valentina regresara a su habitacién, la soledad y el fde su procuarto lo impulsaron a
buscar el calor y la compafiia en el estudio, incluso despertando a Rafael para discutir los preparativos de la
boda, deseando que la ceremonia se celebrara lo antes posible.
Finalmente, incapaz de resistir el vade su habitacién, Santiago se acercé sigilosamente a la de Valentina,
encontrando consuelo en su presencia. La atmdsfera de su habitacién, impregnada de su esencia, le calmaba de
manera que nada mas lo hacia. Cerrd la puerta con delicadeza detras de si, y el simple acto de estar cerca de
Valentina lo reconfortaba, incluso el aire parecia diferente a su alrededor.
Al entrar en la habitacion de Valentina, Santiago se acosté detras de ella, envolviendo un brazo alrededor de su
cintura en un gesto intimo y protector. Valentina, consciente de su presencia, deberia haberlo confrontado, pero
en lugar de eso, optd por cerrar los ojos y fingir dormir, su respiracion tranquila. La proximidad de Santiago, el
calor de su cuerpo acercandose al suyo, provocé una tension
Inesperada en ella, pero también un inusitado sentido de seguridad.
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