Diario de una Esposa Traicionada

Capítulo 250

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Capitulo 250 Capítulo 250 Acababa de girar la manija de la puerta cuando él, desde detrás, agarró el cuello de mi ropa y, con una voz siniestra,dijo: "¡Zorra de mierda! ¿Así queengañaste? ¡Maldita sea, vas a ver el trato que te daré ahora!" "Por favor, no..." # Pero no importaba cuánto luchara, ya había agotado todas mis fuerzas en ese instante y no tuve más opción que dejar quellevara hacia la cama.

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"¿Escuchan eso? Parece alguien peleando, ¿no?" De repente, desde el pasillo fuera de la habitación, se escuchó la voz de un hombre maduro y culto que decía: "Ay... papá, la gente viene al hotel a pasar la noche, es normal que las parejas discutan. Vamos, ya les avisé al restaurante que empezaran a servir la comida..." El hombre queagarraba mostró una mirada feroz al darse cuenta de que había abierto la puerta. Intentó lanzaal suelo para cerrar la puerta, pero alguien la empujó desde fuera. Ante mí aparecieron unos zapatos de hombre brillantemente pulidos, y al levantar la vista vi unas piernas largas cubiertas por un pantalón de vestir. Pensé que era el hombre que había hablado hacía un momento ylancé hacia él, suplicando: “Por favor, sálvame... No estoy aquí para pasar la noche con nadie, ¡no conozco a esta persona! han secuestrado!" "¿Cloé?" De repente, una voz queera increíblemente familiar y agradable sonó sobre mi cabeza. Al alzar la vista,encontré directamente con los oscuros ojos de Isaac, y en ese momento, todo mi cuerpo se relajó, mi visión se volvió borrosa, pero al siguiente segundo, vi a Abril y su familia que aparecieron con él y el hombre que había hablado era Luis. Inmediatamentesentí extremadamente avergonzada, retrocedí, conteniendo las lágrimas, y con ayuda de la pared,puse de pie a pesar de sentir el cuerpo débil.

Entonces vi a Abril cubriéndose la boca, como si se hubiera asustado, agarrando el brazo de Lorena y diciéndole: "Dios mío, ¿acabas de divorciarte y ya te vienes a pasar la noche con un hombre?" Sus palabras despertaron al hombre de cabeza rapada, el cualmiró furioso, sintiéndose engañado, yinsultó: "¿Así que acabas de divorciarte? Parece que te sientes muy sola, ¿eh? ¡Te acabas de divorciar y ya andas buscando a alguien con quien desahogarte!" Mis manos temblaban mientraspreparaba para responder, pero entonces escuché a Isaac, con un rostro tan frío como el hielo, dándole órdenes a César.

"Llévatelo y encuentra la forma de hacerlo hablar." Después de decir eso, se quitó el abrigo ylo puso encima,levantó en brazos y miró a Luis diciendo: "Señor Monroy,temo que no podremos asistir a la cena de hoy." "Entiendo, primero atiende tus asuntos personales." Luis asintió mostrando comprensión, su mirada se posó en mí por un instante con cierta vacilación.

Abril inmediatamente tiró de la ropa de Lorena, a punto de llorar y diciendo: "Mamá..." Claro que Lorena la consoló con suavidad, mirando a saac mientras le preguntaba: "Presidente Montes, ¿está seguro de su decisión? La cena de hoy es crucial para la cooperación entre las familias Monroy y Montes." 1/2 09:57 Capitulo 250 Isaac, con una frialdad indiferente, sostuvo mi mirada y luego dijo: "Lo siento. Pero mi esposa es más importante." "Tienes que pensarlo bien, sin la familia Monroy, el desastre que enfrenta Montes Global Enterprises..." "Lorena, te agradezco tu preocupación, peroencargaré de resolverlo." Isaac, con una frialdad en su mirada,llevó rápidamente hacia el auto, mientras yo sentía las miradas en mi espalda como espinas. Luego él caminó con pasos largos y rápidos, sin soltahasta que subimos al auto.

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Miró mi ropa ligeramente desordenada, tratando de controlar su ira ypreguntó: "¿Te tocó?" Negué con la cabeza y mi voz temblaba: "Casi."

Fue por muy poco. Si Andrea nohubiera odiado tanto, tratando den capturar algo con su camara y dejándola allí, realmentehabría resignado. La mirada de Isaac era feroz ypreguntó: “¿Sabes quién fue?" "Andrea, pero ella no estaba sola en esto." Su mandíbula se tensó y sus ojos se estrecharon peligrosamente preguntándome: “¿Quién más?”

Con timidez, negué con la cabeza. No sabía quién más podría ser tal vez Abril, o tal vez/alguien más. No podía o estar segura.

Hizo una llamada á César y su voz era fría como el hielo: "Después de que hable, tiralo junto con Andrea en esa habitación de hoy." "¿No será eso...?" llegal.

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