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Capitulo 1023 Necesitas ser responsable de ella
Todos quedaron asombrados.
62%
Fue Jean quien entré para comprobar la situacién. En ese momento critico, la abrazé y exclamé: “iNeera! jNeera!
Al ver su rostro tan palido como el papel, Jean sintié6 como si algo se apoderara de su corazon. Su corazén un
vuelco cuando pronuncié su nombre en voz alta.
Sin embargo, la persona que yacia sobre su pecho no reaccioné en absoluto.
La multitud, que acababa de recuperar el sentido, estaba aterrorizada y se apresuré a comprobarlo.
Se sintieron aliviados al saber que no se trataba de una situacién grave. “Sefior. Beauvort, no te preocupes. Es
probable que Nancy esté demasiado agotada y temporalmente inconsciente. Deberia estar bien una vez que le
demos algunos liquidos y la dejemos descansar bien”.
Los rasgos faciales de Jean estaban tensos, su barbilla ligeramente hacia dentro y asintié un poco rigidamente.
A pesar de eso, Neera tuvo fiebre alta y cay6 gravemente enferma en mede la noche.
Realmente habia estado demasiado agotada estos Gltimos dos meses.
Después de un largo periodo de investigacion y tratamiento, sumado a una agitada rutina de trabajo, habia
estado trabajando sin parar. Al final, su cuerpo ya no pudo seguir el ritmo.
Jean permaneci6 a su lado y se negd a irse ni por un momento.
Le dolia el corazén como si lo estuvieran desgarrando cuando sus mejillas enrojecerse de un rojo antinatural
y sus labios palidecer.
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Su fragilidad lo dejé impotente, sin nada mas que un corazén cargado de angustia.
Neera no se desperté en toda la noche y su fiebre no mostraba signos de disminuir.
Cuando amaneci6, la ansiedad de Jean se intensificd. No tuvo mas remeque convocar al equipo médico.
“iPor qué no ha bajado la fiebre después de toda una noche?”
Su rostro era severo y frio, su voz aspera, incluso con un toque de malicia.
El miembro del personal estaba tan aterrorizado que se quedé sin palabras y temblaba incontrolablemente.
Aunque entendia que el comportamiento de Jean se debia a la preocupacién por la condicién de Neera mas que
a una hostilidad genuina hacia él, todavia estaba tan aterrorizado que su corazén temblaba.
La expresién del hombre era demasiado aterradora.
Afortunadamente, en ese momento, Isabella recibié la noticia y corri6 al lugar. Ella intervino ante el personal
médico, sacandolo de la situacién y permitiéndole salir primero.
Luego, un paso adelante para ver cémo estaba Neera.
“Actualmente tiene fiebre alta. Empleemos un método fisiolégico para bajar su temperatura por el momento.
También necesitamos limpiar ciertas partes de su cuerpo con alcohol”. Después de explicarle, se volvié hacia
Jean y le pregunté: “; Te gustaria hacerlo o deberia hacerlo yo?”.
No seria apropiado que él le administrara el tratamiento refrescante limpiando su cuerpo.
Con ese pensamiento en mente, hablé con voz profunda. “Es mejor si lo haces. Saldré y esperaré”.
Isabelle tarareé en respuesta.
Sin mucha vacilacién, Isabella dijo: “Por favor, prepare un recipiente con agua tibia, alcohol y una toalla”.
En poco tiempo, el personal trajo los elementos necesarios para el trabajo y luego sali6.
A Isabella le doli6 el corazén cuando a Neera en tal estado. Con cuidado le desabroché la ropa a Neera y la
limpié con cuidado.
Dado el estado inconsciente de Neera y su cuerpo debilitado y flacido, Isabella no podia soportarlo sola. No tuvo
mas opcidn que salir y llamar a Jean. “;Podrias pasar y echauna mano, por favor? No puedo entregarla yo
solo”.
Jean, que estaba esperando en el pasillo, vacilé cuando escuché eso. Se quedé quieto, sin saber si entrar o no.
En ese momento, Isabella se cuenta de que los dos no habian avanzado su relacién al siguiente nivel.
Sin embargo, dadas las singulares circunstancias actuales, no era el momento adecuado para tener tantas
reservas.
Isabella inmediatamente pregunté: “Le has propuesto matrimonio, ino? Planeas casarte con ella eventualmente,
no? ;Cual es tu duda? ;O simplemente no quieres asumir la responsabilidad?
Jean lo negé inmediatamente. “Por supuesto que no.”
Dicho esto, fruncié los labios y entré.
Los dos rapidamente entraron en accién. Jean ayudd a Neera a sentarse mientras Isabella se quitaba la ropa y la
ayudaba a limpiarse el cuerpo.
Durante el proceso, Jean inconscientemente desvié su mirada hacia otra parte.
Isabella se cuenta y pensé para si misma que este hombre era todo un caballero.
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En cuanto a Jean, parecia notablemente sereno en la superficie, sin pronunciar una palabra, pero su corazon latia
a un ritmo alarmantemente rapido.
Los momentos més intimos que habia compartido con Neera no eran mas que ella ayudandolo a satisfacer sus
necesidades sexuales con sus manos.
En realidad, apenas la tocd.
En primer lugar, se abstuvo de tocarla por temor a no poder controlarse.
En segundo lugar, le tenia un profundo afecto y, como resultado, la trataba con el mayor respeto en todos los
sentidos.
Si ella fuera timida y no pudiera superar ese obstaculo, él nunca traspasarfa sus limites, no hasta que ella
voluntariamente le permitiera dar el siguiente paso.
Por eso estaba en extrema agonia en este momento.
Aunque estaba preocupado por ella y traté de no dejar que esos sentimientos lo consumieran, ver a la mujer que
amaba soportarlo ante sus ojos hizo que fuera dificil reprimir esos pensamientos, como cualquier otro.
hombre.
Afortunadamente, Isabella fue rapida. No le tomé mucho tiempo terminar el proceso de limpieza, después de lo
cual ayudd a Neera a vestirse una vez mas.
Neera no se cuenta, se inclind suavemente contra Jean, su cuerpo ardia como si fuera un horno.
Debido a la fiebre, sufria todo el cuerpo. Incluso en su delirio, ella permanecid inquieta, dejando escapar
ocasionalmente suaves gemidos.
Jean no pudo evitar sentir una profunda simpatia por Neera al observar su sufrimiento. Deseé poder intercambiar
lugares con ella y soportar la enfermedad en su lugar.