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Capitulo 1425
“Mami, shay algo que te preocupa? Parece que has encontrado algunas dificultades”.
Neera hizo una pausa por un momento, con una sonrisa impotente tirando de la comisura de su boca.
“iCémo es que incluso ustedes lo notaron? ;Es tan obvio?”
Penny asinti6 y luego sacudié la cabeza. “No es obvio, pero podemos sentirlo. Quizas esto es lo que llaman
vinculo madre-hija”.
Sammy intervino: “Y un vinculo entre madre e hijo”.
Neera sonrié levemente. Como no queria que se preocuparan, simplemente inventd una excusa.
“Realmente no esta pasando mucho. Es sélo que Ultimamente he estado un poco ocupado por aqui. Supongo
que estoy un poco cansado”.
Al escuchar que estaba cansada, los tres pequefios se mostraron increiblemente comprensivos. Rapidamente la
instaron a descansar.
Entonces descansa un poco. No te molestaremos mas. jUna vez que te hayas recuperado, te llamaremos!
Después de hablar, miraron a la camara, agitaron las manos, dijeron buenas noches y rapidamente colgaron el
teléfono.
Antes de que Neera pudiera siquiera responder, la videollamada terminé abruptamente, dejandola algo
divertida.
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La puerta del base abrié y sali6 Jean, envuelto en una bata de bafio. Su pecho estaba meexpuesto,
revelando un tentador atisbo de sus musculos pectorales.
Su cabello todavia estaba mojado, con gotas de agua cayendo por sus mechones. Algunas gotas llegaron hasta
su hombro, deslizdndose por su clavicula antes de finalmente desaparecer debajo de su bata de bafio.
Neera parpaded, inexplicablemente sintiéndose un poco sedienta, y rdpidamente desvié la mirada.
Jean se estaba secando el pelo. El se rié levemente y se acercé a ella. “;De qué te escondes? No es como si
nunca lo hubieras visto antes. ;Sigues siendo timido?
Neera arrugé la nariz y luego extendi6 la mano para tirar de su bata de bay bajarsela. “Siéntate. Deja que te
ayude.”
Jean enarcé una ceja y rapidamente tomé asiento a su lado, disfrutando del servique le brindaba.
Neera le secd el pelo bruscamente, aparentemente desahogando su frustracién.
Ella se quitd la toalla, dejando al descubierto su cabello desordenado. Intenté contenerlo pero no pudo evitar
estallar en carcajadas.
Durante todo el tiempo, Jean no la detuvo en absoluto, permitiéndose sus travesuras. En ese momento, dejo
escapar un suave suspiro, levanté la mano para alisarse el cabello y se gir para mirarla.
“i Te sientes un poco mejor ahora? Has estado distraido todo el dia, sin apenas sonreir.
Neera un suave grufiido en respuesta y de repente se enterré en sus brazos.
10:37 sabado, 2 de diciembre
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siento muy incémodo. Ni siquiera sé quépasa. Tenia muchas ganas de que llegara este dia, pero ahora
que ha llegado, estoy algo aprensivo. Tengo miedo... Tengo miedo de causar problemas a la familia Gordon, o
peor aun, infligir un dao irreparable. Si ese es el caso, entoncesconvertirfa en un pecador de la familia
Gordon. En ese momento, no sera sélo mi problema personal.temo que incluso el Chad serfa culpado y
criticado por los mayores de la familia Gordon.temo que defraudaria la confianza del Chad...”.
Sabia que no era tan facil tratar con el GreBartitsu. La familia Cox podria haber tenido suerte de escapar,
pero la familia Gordon podria no tener tanta suerte.
En esta batalla de ingey coraje, donde el peligro acechaba en cada esquina, un solo paso en falso podria
hundirlos en un abismo.
No queria arrastrar consigo a toda la familia Gordon.
Jean entendié sus pensamientos. El la abrazé mas cerca con sus fuertes brazos.
“Entiendo que no importa cuanto diga, es posible que aun te sientas incémodo y asustado en este momento.
Todo lo que puedo decir es que estoy aqui contigo. No importa lo que hagas, estoy a tu lado, haciendo todo lo
posible para apoyarte y animarte. También haré todo lo que esté en mi poder para protegerte”.
Neera respiré hondo y todo lo que pudo oler fue su aroma refrescante y reconfortante.
Ella asintié levemente y sus brazos lo apretaron un poco mas. Con los ojos cerrados, se apoy6 contra su pecho.
Esa noche, Neera se qued6 dormida, sélo para ser despertada por un repentino escalofque recorrié todo su
cuerpo. Le dolfa el estdbmago, el dolor era tan intenso que empezd a sudar frio.
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“Neera... Neera, despierta”.
Jean tenia el sueligero y noté que algo andaba mal en ella. Con un estiramiento de su largo brazo, encendié la
ldampara de la mesita de noche.
De un vistazo, el rostro mortalmente pélido de la joven. El sudor fhumedecié el cabello de su frente y sus
delicadas cejas estaban muy juntas. Sus labios, mordidos por sus propios dientes, habian perdido todo su color.
Hizo una pausa por un momento, su corazon repentinamente se apretd, y entonces se le ocurrié algo.
Levanté la manta para echar un vistazo rapido e inmediatamente comprendid la situacién. Rapidamente la llevd
al bafio.
Neera sentia tanto dolor que no podia mover ni un dedo. Ella se acurrucé en sus brazos, dejando que él se
encargara de todo por ella.
Una vez que la hubo limpiado y cambiado las sabanas, sintié que él la llevaba a la cama.
“Duele mucho.” El calor de la manta no fue suficiente para defenderse del fhelado de sus manos y pies. Tenia
un dolor insoportable.
El corazén de Jean dolia insoportablemente. El besé tiernamente su frente y su gran mano se metié debajo de
las sabanas para descansar en la parte inferior de su abdomen.
Después de un suave masaje, le susurrd al ofdo: “Ten paciencia. Ya vuelvo, ;vale?
Neera entreablos ojos, lo miré con indiferencia y luego los cerré sin mucha energfa. “Esta bien”, murmuré.
Pronto, Jean salié de la habitacién. Después de un rato, regresd, ahora sosteniendo un vaso que estaba
humeante.
La levanté suavemente de las mantas y la acuné en sus brazos. Enfrié el contenido del vaso y dijo: “Abre la
boca”.