La Caída y el Rescate del Amor Novela

10:36

Capítulo 925

¿El novio de Selena?

¿No podia pagarselo?

¿Cómo era que ambas sonaban tan extrañas en él?

Primero, era la mujer de David!

Segundo Nno podia pagarselo?

“Madre mia No puede pagar

Elio se rio, ¿qué había hecho para darles esa impresión?

Nunca antes había escuchado que hubiera algo que Elio “no pudiera pagar“.

Y mucho menos, unas joyas de cientos de miles de dólares…

Adelina, que había estado en silencio todo este tiempo, no pudo evitar reirse al ver la expresión de Elio

Las palabras “no poder pagar” y “Elio” nunca podrían estar relacionados, incluso en un apocalipsis, y de alguna

manera sucedió

Y lo peor de todo, el realmente no había hecho nada….

¿Esto era lo que llamaban un malentendido sin sentido?

Elio rio durante mucho tiempo, riendo tanto que hizo a todos del lugar ponerse con la piel de gallina pensando si él

estaba bien.

Después de un rato, finalmente se dirigió a Selena y dijo.

“La verdad es que tiene buen gusto, pero no veo como no podríamos costear estas joyas

La asesora se quedó atónito por un momento, luego también se rio, pensando que estaban tratando de salvar la

situación.

“Solo estábamos hablando. Usted, que es tan apuesto y elegante, seguro que puede pagar”

¿Hablando? Selena, que habia estado seria todo el tiempo, de repente se metió, su voz era fria y temible.

Alzó la vista, su mirada aguda recorriendo a todos los presentes.

“¿Qué hacen ustedes? ¿No saben lo que deben y no deben decir para ganarse la vida? ¿Se sienten ofendidos si les

digo algo? Como cliente, ¿tengo que comprar lo que ustedes quieren y de la manera que les gusta? ¿Saben por

qué las cosas han llegado a este punto?”

Todos se quedaron desconcertados por la reprimenda de Selena

La asesora incluso revolvió los ojos después de escuchar las palabras de Selena, “todo esto es porque tú estás

armando un escándalo aqui.

Bang!

Selena agarro un espejo de mesa y lo estampó contra el mostrador de vidrio.

La asesora se encogió cuando el ruido estalló antes de que pudiera terminar su frase.

Todo el lugar se lleno de un aire opresivo helado.

Adelina se escondió detrás de Elio, quien tragó saliva y retrocedió unos pasos.

Le preguntó a Adelina en voz baja, “Selena nunca ha sido de las que meten la nariz en los asuntos de los demás,

¿por qué está tan enfadada de repente?”

Adelina se encogió de hombros, “No lo sé“.

La asesora reacciono y miró la superficie del mostrador de vidrio, que ahora parecia una telaraña, y trago saliva de

miedo.

¿Qué Qué estás haciendo? ¿Un robo?”

Selena, con una expresión sombría, miró friamente a la asesora.

*Juzgan a sus clientes solo por su apariencia y tienen una confianza excesiva. Si no hubieran asumido desde el

principio que no puedo pagar este producto, las cosas no habrían llegado a este punto. Ustedes que trabajan con

servicio al cliente, ¿Cómo es que estás discutiendo con un cliente sobre quien tiene la razón y le echas la culpa al

cliente? ¿Has olvidado que el cliente es la razón del ser de una empresa?”

La asesora se puso muy pálida, “El cliente es el que manda, es el rey, pero no fuimos los que empezamos la

discusión. ¿Qué te hemos hecho? En cambio, tú estás creando problemas de la nada, nuestra colaboradora esta

llorando por ti. Aunque somos empleados de servicios, también tenemos derechos y dignidad“.

Selena se rio, “Si elegiste este trabajo, deberías saber cómo mantener tu dignidad. ¿La hice llorar? Solo dije unas

pocas palabras y ella me respondió con el doble ¿Y llorar asi? Si es tan frágil y no puede soportar un poco de

adversidad, ¿qué está haciendo como vendedora? ¡Deberias irte ya!”

“Dios mio, ella es realmente dura!”

Esto dejó a Elio y Adelina, entre otros, completamente impresionados.

10.9

Capitulo 925

Lo mismo ocurrió con los demás en la tienda.

Fueron sorprendidos una y otra vez por esta mujer, estaban a punto de tener un colapso nervioso.

Pero la mayoría de ellos estaban furiosos, pero no se atrevían a hablar.

La vendedora, por otro lado, comenzó a llorar de nuevo debido a los comentarios dirigidos a ella, mirando a la

asesora con una expresión de

tristeza

La asesora estaba rojo de rabla, temblando de ira, señaló a Selena y gritó,

“¿Quieres Quieres comprar o no? Si no, lárgate ya! ¡No queremos gente como tú en nuestra tienda!”

¡La cara de Selena se enfrió!

Sus ojos eran frios y afilados

“¿Que has dicho?”

“¡Te estoy diciendo que te vayas de la tienda ahora mismo!”

La asesora esta vez tampoco se acobardó, con la barbilla en alto y actitud arrogante.

“¿O tengo que llamar a seguridad? Tengo cien razones para mandarte a la estación de policia!”

“¡Basta ya! ¡Esto es insoportable! ¿Acaso crees que soy invisible?” Elio estaba realmente sorprendido, un simple

empleado se atrevia a echar a

un cliente?

¿Y amenazaba con mandar a su novia a la estación de policia en su presencia?

¿Esta mujer estaba loca?

Además, él era su novio.

Eh

Espera un momento!

¿Desde cuando era su novio?

Elio dio un par de pasos, pero Selena le bloqueo el camino

“No necesito que te metas en esto.”

Elio miró la mano de Selena extendida delante de él, frunció los labios, pero obedientemente se fue a un lado.

Con las manos en los bolsillos, apoyado en el mostrador, miraba con indiferencia.

Selena lentamente bajó su brazo, parada alli, con una expresión calmada.

“Parece que tu eres la verdadera jefa aquí.”

La asesora soltó una risa despectiva, “No puedo juzgar si eres o no la jefa. ¡De todos modos, te pido que te vayas

ahora mismo!”

El enfado de Selena parecia haber disminuido, ya no parecía tan agresiva como al principio.

*Con esa actitud arrogante, no temes que presente una queja a tus superiores?”

Al ver su actitud decaida, la asesora rio con desprecio, sin darle importancia.

“Adelante, intentalo.”

Selena entrecerró los ojos, se volvió hacia los otros empleados y preguntó con voz frla y tranquila, “¿Dónde está su

gerente?”

Los empleados se miraron entre si, mirando a Selena, luego al asesor, indecisos, sin atreverse a hablar.

Obviamente estaban preocupados por algo.

La asesora, al ver esto, se rio satisfecho

Los ojos de Selena se movieron sobre ellos, su mirada afilada los escrutaba, al ver su indecisión, ella sintió un nudo

en el estómago.