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Capítulo407
Rodrigo abrió los ojos, mirando a esta pareja tan impresionante y hermosa. Alejandro miró a Clara con un toque de amor en su mirada. Rodrigo se sintió tremendamente
disgustado. A pesar de que ayudó a Noa, ahora era acusado de lastimarla y estaba siendo regañado e insultado por estos dos.
-Ya te advertí antes-dijo Alejandro, frunciendo el ceño con ira y con un brillo furioso en sus ojos, -Te dije que te mantuvieras alejado de Noa, pero insististe en involucrarte con
ella. ¿Te sientes tan disgustado por tres merecidas cachetadas? En mi opinión, deberían haber sido más. Debería
golpearte cada vez que te vea.
Clara sintió una extraña sensación en su corazón, incómoda por la manera en que Alejandro se estaba acercando. Antes, él la evitaba como si fuera un fantasma, temiendo
cualquier conexión
con ella en su vida.
-Cuida tus palabras. No somos cercanos-Clara soltó fríamente antes de darse la vuelta y dirigirse rápidamente hacia la habitación, -No quiero escuchar más esto. Me hará
sentir que están
Follow on NovᴇlEnglish.nᴇtinsultando mis oídos.
Alejandro se sintió incómodo, apretando los labios en una mueca. Rodrigo se rio a carcajadas, sintiéndose satisfecho de que Alejandro hubiera sido avergonzado. Pero al
momento, Alejandro
apretó los dientes y le lanzó un puñetazo repentino en los abdominales, haciéndole gritar de dolor.
Clara se apresuró hacia la habitación. En tan solo unos pocos pasos, a pesar de su usual calma,
sentía una gran ansiedad. Temía lo que podría encontrar al abrir la puerta, algo que no pudiera
presenciar.
Si todo iba como pensaba, Rodrigo tendría que recibir un castigo severo esta noche. ¡Incluso
Alejandro no podría protegerlo!
-Noa-murmuró Clara mientras empujaba la puerta y entraba. Pero en ese instante, se detuvo en
seco. La habitación estaba tranquila, y no se encontró con la escena caótica que había imaginado.
En cambio, había un cálido aroma en el aire, y la luz suave de una lámpara iluminaba el rostro de
Noa, que dormía profundamente en la cama. Era una imagen hermosa más allá de toda
descripción.
Clara se acercó con pasos suaves hasta el borde de la cama. Arrodillándose, acarició suavemente la
mejilla cálida de Noa.
Al ver el osito de peluche que Noa sostenía en sus brazos, Clara sintió como si algo la oprimiera en
ojos enrojecidos se llenaron de lágrimas.
A pesar de que Clara había enfrentado situaciones violentas sin inmutarse, no pudo soportar esta escena. En ese momento, Alejandro entró en la habitación y presenció lo
que estaba sucediendo. Sus anchos hombros temblaron ligeramente y su garganta se atascó.
Clara oyó los pasos y se puso nerviosa, rápidamente levantó la mano y se frotó los ojos. La habitación quedó en un silencio tranquilo.
Alejandro tragó en seco, levantó la mano y tocó su cabello húmedo con sus párpados bajos. – Sécate el cabello, afuera hace frío. Si sales y te expones al viento, podrías
resfriarte.
–
Follow on Novᴇl-Onlinᴇ.cᴏm-No necesito tu cuidado-respondió Clara apresuradamente, poniéndose de pie con la intención de
evitar cualquier tipo de contacto con él.
Alejandro sintió una mezcla de emociones en su pecho, apretó los dedos avergonzados. -Rodrigo no le hizo nada a Noa, puedes estar tranquila. A pesar de su naturaleza
traviesa, él sabe que Noa es
mi hermana.
-La boca y los genitales de los hombres no son dignos de confianza-dijo Clara con frialdad en sus
cejas.
Alejandro sabía que estaba enfadada y que no tenía sentido hablar demasiado. Dio media vuelta y se dirigió al baño. A los pocos segundos, regresó con una toalla y la colocó
sobre su cabeza.
-Sécate antes de irte.
-Te dije que no era necesario.
Antes de que terminara de hablar, las grandes manos de Alejandro la presionaron sobre la toalla y
empezó a secar su cabello.
Clara quedó atónita por un momento, su corazón empezó a sentirse desordenado. ¿Qué le estaba
pasando a Alejandro? ¿Realmente se preocupaba por ella de esta manera?