Mi Ex-esposa Misteriosa Es Multimillonaria

Chapter 680

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Capítulo680

-¿Puedo invitarte a bailar?

Celeste se levantó con gracia, y colocó su delicada mano en la de él. -Por supuesto.

Bajo la luz tenue, Javier frunció el ceño de repente. Había notado un leve brillo de lágrimas apenas

perceptible en los ojos de Celeste. Sin poder evitarlo, apretó un poco sus dedos, lo que hizo que el

corazón de Celeste latiera más rápido y sintiera el impulso de retirar su mano.

-¿Pasa algo? ¿Cambiaste de opinión? – Javier arqueó una ceja, su tono se volvió más serio.

-No, ¿por qué aprietas mi mano así? – Celeste miró con una expresión algo molesta, con sus ojos

cristalinos.

Sin previo aviso, Javier la rodeó por la cintura y dieron un giro. Los destellos de luces y sombras se

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mezclaron mientras comenzaron a bailar al ritmo de la música.

-Antes, ¿estabas llorando? – Javier apretó su mano en la cintura de Celeste y le preguntó en voz

baja, notando los ojos ligeramente enrojecidos.

-No, solo estaba cansada. Bostecé un par de veces y eso hizo que mis ojos lloraran un poco-

respondió Celeste con firmeza, tratando de ocultar sus verdaderos sentimientos de tristeza.

-Bueno, supongo que me equivoqué entonces.

-Definitivamente te equivocaste- replicó Celeste con resentimiento. Luego, apretó los dientes y

agregó, -Tienes una vista terrible. Si no, no habrías chocado mi coche.

-Oh, se me olvidó mencionarte algo- Javier actuó, como si acabara de recordar algo importante.

Javier giró elegantemente, y la hizo dar vueltas con él. -Cuando te fuiste, llamé a la policía de

tráfico. Ya han determinado que fue tu culpa.

Celeste lo miró con furia y vergüenza, apretando los labios. No esperaba esto.

-Además, la compañía de seguros se pondrá en contacto contigo mañana. Solo asegúrate de

arreglar mi coche- continuó Javier, sonriendo con picardía mientras se acercaba a su rostro, que

parecía fresco como la primavera. -Para que no te cueste mucho.

En el interior de Celeste, rugía una tormenta. Tenía ganas de dar un paso adelante y aplastarle el

pie con sus tacones altos tipo aguja.

Desde el inicio del baile, Pol había estado acompañando a su madre sin alejarse. Sin embargo, sus ojos profundos

seguían buscando a Clara entre los asistentes sin descanso.

Clara había desaparecido.

¡Alejandro también se había ido!

Pol sintió un fuerte apretón en el pecho, una sensación opresiva que le robó el aliento.

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-Pol, no te preocupes por tu mamá, ve a buscar a Clara- Laura estaba lúcida en ese momento, mirando a su hijo

con ojos llenos de culpa. -Sé que te gusta Clara, has estado enamorado de ella durante mucho tiempo. Ve a bailar

con Clara, esta es una gran oportunidad. No te quedes junto a

esta vieja, que ya no sirve para nada Ve y búscala.

-Madre, no te preocupes demasiado, estoy feliz de quedarme contigo.

Pol se inclinó para reconfortar a su madre, sonriendo con ternura. -Tendré mucho tiempo para

pasar con Clara en el futuro.

-Pol!

Pol levantó la cabeza bruscamente, con una mirada tan fría como el hielo.

Laura escuchó la voz familiar, pero hace mucho tiempo que no oía. Se estremeció y se acercó a su

hijo.

-Pol, sal de ahí, tengo algo que decirte-Simón lo miró con severidad y enojo.

-Papá, ¿estás envejeciendo? ¿Tu vista está empeorando? – Pol dijo con frialdad, desafiando a su

propio padre. -Tu esposa está justo frente a ti. Deberías saludar primero a mamá.

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