Rómpeme Cúrame y Olvídame

Capítulo 134

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Capítulo 134

Capitulo 134

-,Donde esta, a donde fue?-

El hombre clavo sus ojos en los de Mateo, de un azul verdoso, preguntando con ansiedad. -Se fue-

Mateo solté una risa ligera, -Briar, estas radiante, eh

El rostro de Briar se puso palido, como si de repente le hubieran drenado todas sus fuerzas, quedandose parado en su sicon una sensacién de desconcierto total.

Mateo, con los brazos cruzados sobre el pecho y una ceja levantada, le pregunto con picardia, -Si noequivoco, gacabas de enfurecer por una mujer que alguna vez no quisiste?-

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Briar no pudo articular una refutacién, sorprendido por su prodescontrol, jno podia creer que hubiera llegado a tanto! El silendel hombre hizo que la mirada de Mateo se profundizara, -Briar, pensé qué no te importaria una mujer asi- Briar nego rapidamente, -glmportarme? ,Ella? ,En serio?-

Las tres interrogantes hicieron que las cejas de Mateo se alzaran atin mas, -Si es asi, no hay necesidad de armar un escandalo como el que has hecho-

Se cruz6 de brazos, pero sin querer paso por su mente la imagen de Melody chocando contra él llena de lagrimas. Mateo reprimié sus pensamientos y dijo con firmeza, -Para una mujer asi, tengo mil maneras de hacerla obedecer-

Cada palabra la decia con énfasis, como si quisiera aplastar todo el orgullo de Melody. Briar observ6 el rostro de Mateo y sintid una vez mas una extrafa irritacién brotando en su interior.

Melody habia vuelto antes a casa, ya que con Briar habia perdido todo interés. Después de despedirse de Leonora, caminé sola hacia el estacionamiento subterraneo. En realidad, no habia llevado coche, solo queria despejar la mente, se sentia casi al borde de la locura, a punto de ahogarse en los ojos de

Briar.

Sus dedos todavia temblaban; el miedo a Briar se habia incrustado en sus huesos, convirtiéndose en un habito instintivo. Se abrazo a si misma en el silencioso estacionamiento, apoyada contra la pared, soltan un rugido sin sentido.

veces mas... cudntas veces mas tendria que repetir ese dolor para poder salir de esa sombra? ué corazon de piedra debo forjar para resistir tus heridas una y otra vez?

lagrimas de Melody rodaron sin control mientras respiraba con dificultad, su coraz6n se retorcia como en espasmos, tirando de un dolor agudo. La mujer, como un animal herido, sdlo podia lamerse Nas heridas, solo podia salvarse a si misma; los demas, ninguno era su salvacién.

Fue en ese inesperado momento cuando Mateo se despidié de Briar y la fragil silueta en el estacionamiento.

Melody, que acababa de recuperar la calma y pensaba llamar un taxi, a alguien acercandose a lo lejos con un andar lento pero elegante. A medida que se acercaba, pudo ver sus ojos de un verde

115 Capitulo 134 esmeralda brillante, que desprendian un brillo aterrador.

Mateo llevaba su cabello ruclaro recogido en una trenza casual, y su belleza diabdlica resplandecia atin mas en contraste con su piel clara.

Se acercé, silbd y se melas manos en los bolsillos,-; Qué haces aqui? Pensé que irias a llorarle a alguien toda tu pena-

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Su tono burlén hizo que Melody frunciera el cefio. Justo cuando intentaba irse, la detuvo.

-Oye, Melody Torres-

Rara vez la llamaba por su nombre completo, por lo general la llamaba con un tono burlén, pero en ese momento su tono era inusualmente serio. Melody se detuvo involuntariamente al escucharlo continuar, -Cuando empujaste a Eda hace cinco afios, grecuerdas qué mas paso al mismo tiempo?-

~Por qué de repente traia a colacién eso?

Melody se volvid, diciendo friamente, -Lo siento, pero realmente no quiero hablar de eso contigo- Dicho esto, salié del estacionamiento a paso rapido, como si una bestia feroz la persiguiera. Mateo la miré alejarse con frialdad, su teléfono vibré en el bolsillo, parecia que alguien le habia enviado un mensaje. Sacé el movil y bajo la vista, sus largas pestafias temblaron ligeramente, evidentemente sorprendido por el mensaje inesperado.

La noche caia y la luna creciente colgaba alta en el cielo. La ciudad respiraba hondamente mientras entraba en su Ultima ronda de fiesta nocturna. Melody salié del estacionamiento en el ascensor hasta el bar, y luego se abrid paso entre la multitud para salir. Con un rostro delicado que atraia constantes intentos de coqueteo, ella los ignoraba a todos, su mirada fria al caminar afuera del bar, como si fuera una extranjera desentonando en el ambiente. Le hizo una llamada a Chris para decirle que se iria antes y tomo un taxi hacia casa.

En el camino, Melody fruncié el cefio, obviamente disgustada por el olor a cigarrillo y licor del bar que le provocaba nauseas. Ahora, en el taxi, comenzaba a sentirse mejor. Bajo la ventana del carro, dejando que la luz de Ia luna iluminara su rostro palido. Parecia estar conteniendo algo con gran esfuerzo.

Al llegar a casa, pago y bajé del taxi con pasos firmes El viento nocturno habia aliviado un poco su malestar, pero alin asi, esa sensacion le provocaba una inquietud sutil.

Una sensacion de fla invadia de pies a cabeza. No era una sensacién desconocida para ella.

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